martes, 11 de marzo de 2014

Señor, Tú que me conoces

Señor, Tú que me conoces y sabes cuán profundo es mi corazón y mi amor hacia ti, hoy vengo con mi corazón a cantarte, a decirte que no te apartes de mí, que no me dejes solo.

El camino de nuestro peregrinar, aquí en la tierra, es tan difícil sin ti Señor, ayúdanos Señor a adorarte con nuestro testimonio de vida, con nuestro corazón, con nuestras obras, nuestras de acciones y nuestras actitudes.

Padre de bondad que nuestros corazones estén limpios y estén cristalinos para servirte, con el deseo de saber que, si hoy morimos, iremos contigo.

Aunque las pruebas son difíciles Padre, la prueba más grande fue vivir lejos de ti.

Gracias por tenerme en tu corazón.
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Esta oración ha sido enviada por correo electrónico por cecivil@yahoo.com