miércoles, 6 de julio de 2011

¡Venga tu Espíritu, Señor!

 

¡Venga tu Espíritu Señor!

Tu Espíritu de escucha; cuando como María, estamos atentos a lo que nos dices.

Tu Espíritu de fortaleza; cuando la debilidad se impone al tesón.

Tu Espíritu de constancia; cuando no vemos fruto a su tiempo.

Tu Espíritu de comunión; cuando surgen divisiones.

Tu Espíritu de comprensión; cuando se hace difícil tu mensaje.

Tu Espíritu de fraternidad; cuando se quiebra la unidad.

Tu Espíritu de vida; cuando estamos llenos de todo y de nada.

Tu Espíritu de aliento; cuando nos asfixia la contaminación del mundo.

Tu Espíritu de misión; cuando todo nos parece hecho.

Tu Espíritu de perdón; cuando el hombre se sienta incomprendido.

Tu Espíritu de Eucaristía; para que nunca nos falte el alimento.